Lasaña con jamón y queso

 


Lasaña de Jamón y Queso: Un Clásico Reconfortante con un Giro

Un clásico de la comida casera con un toque diferente: bechamel cremosa, jamón sabroso y capas de queso fundido hacen de esta lasaña un plato fácil pero elegante, perfecto tanto para cenas entre semana como para ocasiones especiales.

Esta versión es una deliciosa alternativa a la tradicional lasaña con carne y salsa de tomate. En su lugar, se utilizan finas lonchas de jamón, mozzarella derretida (o Gruyère para un toque más gourmet), y una suave salsa bechamel. Cremosa, reconfortante y sorprendentemente sencilla de preparar. Ideal para quienes aman la pasta gratinada, pero quieren algo diferente.


Ingredientes

Para la lasaña:

6 láminas grandes de lasaña – Usa frescas si puedes, o precocidas/secas preparadas según las instrucciones del paquete.

6 lonchas de jamón cocido – Tipo fiambre o jamón sobrante de fiestas.

200 g (aprox. 2 tazas) de queso mozzarella rallado – Puedes sustituir por Gruyère para un sabor más intenso y con notas a nuez.

Sal y pimienta al gusto.


Para la salsa bechamel:

50 g de mantequilla sin sal (¼ de taza)

55 g de harina de trigo (¼ de taza)

500 ml de leche entera – Ligeramente caliente para una textura más suave.

50 g de cebolla finamente picada – Aporta aroma y profundidad.

Una pizca de nuez moscada (opcional) – Un clásico en las salsas blancas.


Paso a Paso

1. Prepara la salsa bechamel

La base de esta lasaña es una bechamel suave y sedosa que sustituye a la salsa de tomate.

En una cacerola mediana, derrite la mantequilla a fuego medio.

Añade la cebolla picada y sofríe durante 2–3 minutos hasta que esté blanda, sin que se dore.

Incorpora la harina y mezcla con varillas durante 1 minuto para formar un roux suave y claro.

Vierte la leche poco a poco sin dejar de batir, para evitar grumos.

Añade una pizca de nuez moscada (si usas), sal y pimienta al gusto.

Cocina durante 5–7 minutos, removiendo constantemente, hasta que espese y cubra el dorso de una cuchara. Retira del fuego y reserva.


2. Monta la lasaña

¡Hora de armar las capas!

Precalienta el horno a 190 °C (375 °F).

Engrasa ligeramente una fuente para horno de unos 20×20 cm.

Cubre el fondo con una capa fina de bechamel para evitar que la pasta se pegue.

Coloca dos láminas de lasaña como base.

Añade 2 lonchas de jamón, un puñado generoso de queso rallado y una capa de bechamel.

Repite el proceso dos veces más: pasta → jamón → queso → bechamel.

Para la última capa, termina con láminas de pasta, el resto de la bechamel y un buen puñado de queso por encima.


3. Hornea hasta que esté dorada

Cubre la fuente con papel aluminio y hornea durante 25 minutos.

Quita el papel y hornea 10–15 minutos más, o hasta que la superficie esté dorada y burbujeante.

Deja reposar entre 5 y 10 minutos antes de cortar—esto permite que las capas se asienten mejor.


Sugerencias para Servir

Esta lasaña cremosa y con queso combina perfectamente con:

Una ensalada verde con vinagreta de limón o rúcula fresca.

Pan crujiente o una baguette de ajo tibia.

Una copa de vino blanco frío o agua con gas y rodajas de limón.


Consejos y Variaciones

Agrega verduras: Incorpora capas de espinacas salteadas, champiñones o calabacín en láminas.

Prepárala con antelación: Puedes montar la lasaña con un día de anticipación, cubrirla y refrigerarla. Luego hornea como indica la receta.

Varía el queso: Gruyère o Emmental aportan complejidad, pero incluso el cheddar puede funcionar bien.

Congela por porciones: Esta lasaña congela muy bien. Corta en porciones, guarda en recipientes herméticos y congela por hasta 2 meses. Recalienta completamente antes de servir.


Reflexión Final

La lasaña de jamón y queso es ese tipo de plato que resulta a la vez reconfortante y elegante. Es ideal para cenas familiares, almuerzos de fin de semana o incluso para agasajar a tus invitados de forma sencilla. Una vez que pruebes esta versión, ¡puede que prefieras la bechamel al tomate más seguido!


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